En muchas ocasiones se afirma que las personas tiene mejor memoria cuando son niños, que cuando son adolescentes o adultos. Sin embargo, diferentes investigaciones (Holaday, Jager y Stodard) descubrieron que no es así. Resulta que la memoria mejora con el transcurso de los años, hasta llegar a su máximo nivel en el adulto joven. Lo que sucede es que el niño está más dispuesto a memorizar que los adolescentes y adultos, mientras que éstos no se satisfacen si no entienden lo que se les enseña. El niño es menos exigente en ese sentido y no le molesta tanto aprender "de memoria".
Como padres y maestras no debemos entonces sobreestimar la capacidad del niño para recordar lo que ya se le ha enseñado. Esta capacidad suele ser menor de lo que suponemos. El empleo de la memoria no se debe separar del aprendizaje, pero los papás y las maestras deberán supervisar que el niño no abuse de su tendencia natural a reemplazar el razonamiento por la memoria. Tampoco debemos iritarnos con él cuando parezca tener mala memoria. Los papás pueden participar de juegos que los ayuden a pensar y ejercitar su mente, dentro de una sana y amena diversión en la que el niño no se sienta forzado. Hay infinidad de juego para ejercitar la memoria, siendo los principales aquellos que implican repeticiones de números o palabras, relatos donde se invita al niño a describir cosas o situaciones que ha visto, entre otros. Los recursos mnemotécnicos (trucos para recordar) también son una herramienta útil, que deberán ser aplicados de acuerdo con la edad y nivel del niño. Cuando crezca se le podrá inculcar el hábito de apuntar las cosas para no olvidarlas; por ejemplo, pidiéndole que tome nota de las llamadas telefónicas que se reciban en casa.
Yo pienso que este es un tema que aun debe investigarse más en profundidad puesto que hay numerosos estudios que se contradicen y aun no se ha llegado a un acuerdo como por ejemplo el siguiente:
ResponderEliminarUn estudio realizado por la universidad de Ohio ha demostrado que los niños guardan mejor en la memoria las características de las cosas que los adultos. Esto significa que, ante una serie de objetos de la misma clase, distinguen con mayor facilidad unos de otros en su memoria que los adultos. Con la madurez esta habilidad se sacrifica a favor de la eficiencia.
María Díaz 1º De Primaria